Saturday, September 15, 2007

(Manifiesto antipatriótico)

Ahora vende bien el patriotismo de los tragos
el de los “bellos recursos naturales”
el “nicaragüense por gracia de Dios”.
No es el patriotismo de todos los días
el que se indigna del atropello
de los silenciados
de los que nunca podrán.

Alguien quiere que les llame políticos
a los que trafican con la pobreza y
erigen la bandera del cinismo.
Que me crea la propaganda, que me la coma
que anote el nombre para la rifa
el socialismo de pantalla.

Quieren que elija izquierda o derecha
ambas mediocres,
portaestandartes del bussines is bussines
del pais como finca
del todo se vale
del pobres ilusos los que aún creen.

Ya conozco la trashumancia de sus manos
resbalándose por los tragos del fin de semana,
celebrando la transacción exitosa,
la próxima jugada.

Mientras tanto
me exigen que cante las consignas, que erija emocionada
el monumento a la patria:

hay que colgar la bandera
junto con las botellas de ron vacías
gritar sulfurado ¡el río san Juan es nica!
pero callarse la crítica
la desigualdad
la expulsión de las fronteras
el parqueo diario de los centavos.

Tengo que aplaudir al empresario de la sección social
cortando el hilo de un Burger King
o el edificio Western Express.
Celebrar el éxodo masivo del progreso
y la modernidad vulgarmente azucarada.

Deberías buscarlos me dicen,
ronronear en la alfombra de las relaciones útiles
moverte con los exitosos usando su mismo lenguaje
Sacar adelante el país
(sacar los dientes adelante para morder al país)
Pero eso si: siempre con los dientes limpios y blancos.

Para no ser trasnochada
tengo que silenciar los crímenes del modelo económico
- como decía Walsh -
del revuelto negocio de los bancos
de las privatizaciones
de la violencia
de las maletas políticas del narcotráfico.

Debo cargar la cruz de la Iglesia
de los pederastas
de los que esposan el destino de las mujeres

Pero no son ellos los trasnochados…

Tengo que defender la libertad de expresión

-Solamente-

la libertad de disentir no está permitida.

Debo tragarme la nota roja la amarilla la autocensura
la objetividad imparcial del gerente
“porque eso es lo que le gusta a la gente”

¿Acaso le preguntaron a le gente si quería comer mierda
todos los días?

Yo sospecho de las cifras y las palabras
cuando dicen crecimiento, rentabilidad
yo escucho miseria, pirámide legal de atracos
cuando dicen acumulación, tasas de ganancia
yo me pregunto mascullando ¿de quienes?
Hay que celebrar, dicen,
la exitosa apertura a los mercados globales.

Yo cuando ando en las calles
solo encuentro la apertura hambrienta de mas manos.

Ay,
alguien quiere que me acomode
que me tape los ojos la boca
que baile embriagada la música
de la ignorancia
y me tome una cerveza
que disfrute el hípico de la miseria
y diga
¡Viva Nicaragua!

Tuesday, September 04, 2007

CLARIBEL Y SU MÁGICA TRIBU

Claribel Alegría, escritora “salvanica” como ella prefiere que le digan, recientemente recibió el Premio Neustadt de Literatura (2006), el galardón más importante que Estados Unidos concede a escritores extranjeros.

La memoria es un viaje hacia los recuerdos, y en ellos, los amigos ocupan un lugar especial. Esa es la sensación que deja Mágica Tribu, libro dedicado a un grupo de artistas que “antes de autores famosos, son amigos a los que amé”. Con esta declaración y advirtiendo el riesgo de que “quizás pueda parecer presuntuoso hablar sólo de mis amigos escritores”, Claribel deja claro que su único interés es retratarlos desde el cariño y los sentimientos.

El recorrido inicia con la imagen de una niña de seis anos que sin tapujos increpa al mítico José Vasconcelos: “Creí que usted era un gigante” –le dice- y resulta ser “más bajito que mi papá”. Mas adelante, Claribel nos revela la dureza de su mentor literario Juan Ramón Jiménez, capaz de hundir el ánimo de cualquier joven aspirante a escritor. “¿No te gustaría ser ingeniero o médico, o cualquier otra cosa? Todo menos poeta”. Por su parte, Robert Graves, amigo y vecino en Deyá (Mallorca), es recordado con evidente emoción. En el capítulo que le dedica, Claribel relata la ocasión en que la nombra “espíritu de los árboles” y le enseña a hacerle reverencias a la Luna. Amante de la mitología griega y de la Diosa Blanca, Graves aparece como un hombre de espíritu libre y mágico.

Juan Rulfo es el escritor taciturno, marcado por el dolor y la muerte, habitado por ánimas que no lo dejan descansar. En el caso de Roque Dalton, su recuerdo empieza con su muerte. El trágico final del escritor profetizado por Aurora, esposa de Cortázar, sucede una noche de Mayo. Claribel cuenta que cuando recibe la fatal noticia, corre a su biblioteca en busca de algún poema para sentirlo más cerca. Con lágrimas en los ojos, toma uno de sus libros que abre al azar y se tropieza con Alta Hora de la Noche, que comienza así: “Cuando sepas que he muerto, no pronuncies mi nombre (...)”

Con afecto nos habla de Julio Cortázar, amigo cercano, siempre solidario con Nicaragua. Augusto Monterroso, con su original sentido del humor, el escritor salvadoreño Salarrué, José Coronel Urtecho y Miguel Ángel Asturias, también forman parte de su tribu. El libro concluye con una colección de cartas, reproducidas en formato fotográfico.

Finalmente, hay que decir que las semblanzas presentadas en Mágica Tribu, solo pueden estar completas con Bud, su compañero de vida y letras. Ya antes lo había dicho, Claribel, en su poema Amor: “Todos los que amo/están en ti/y tú/en todo lo que amo”. Bud está presente en todos. Durante la entrevista, cuando le pregunto a Claribel que momento de su vida escogería para regresar, de poder transportarse en el tiempo, me dice sin duda: “Estar con Bud, escuchando jazz, hablando de nuestros proyectos y mostrándole mis trabajos. ¡Me hace tanta falta”. Los ojos le brillan con intensidad. Su emoción es evidente y contagiosa. “Pero sabes qué –me dice- su ausencia es también una presencia continua que ahora me agrada, que me acompaña a todas partes”. Quizás así vive Claribel la ausencia de los amigos que se fueron, pero que siguen estando. A nosotros, lectores, de algún modo nos hace sentir cerca de ellos. Así es Claribel. Así es su Mágica Tribu.

Actualmente, Claribel está dedicada enteramente a la poesía, que es su pasión. Trabaja un libro inspirado en la mitología griega que llamará Mitos; y otro en el que habla de la ausencia de Bud, la vejez y la muerte. Sobre ésta última, se pregunta en voz alta: “¿Que será? ¿Será que uno va a ser cenizas nada más?” Y ella misma se responde: “Yo siento que la muerte va a ser otra cosa, a lo mejor partículas de Luz seremos”.